Con una inversión superior a 8.066 millones de pesos, Fusagasugá recibió un moderno tanque de compensación de vidrio fusionado al acero con capacidad de 3.006 m³. Esta infraestructura incrementa la capacidad total de almacenamiento de agua potable del municipio, que pasó de 1.500 m³ a 4.506 m³, beneficiando directamente a 25.838 suscriptores, es decir, aproximadamente 69.762 habitantes de 137 puntos del área urbana.
El proyecto surge como respuesta a una problemática histórica: el tanque existente no tenía la capacidad suficiente para suplir las necesidades de la población, situación que se agravaba con el crecimiento demográfico de la ciudad. La limitada capacidad de almacenamiento ocasionaba intermitencia en el servicio, especialmente en temporadas de sequía, fines de semana, festivos y horas pico, generando afectaciones en la calidad de vida de la comunidad y en la sostenibilidad del sistema.
Hoy, con la entrada en operación del nuevo tanque, la continuidad del servicio es estable y permanente, prestándose las 24 horas del día, los siete días de la semana. La cobertura también mejoró significativamente, pasando del 60% al 80%, garantizando acceso confiable y seguro al agua potable.
El tanque permite equilibrar la diferencia entre el caudal constante autorizado y la demanda variable de la población. Durante las horas de baja demanda acumula el excedente producido en la planta, y en horas de mayor consumo libera ese volumen almacenado, asegurando la estabilidad del servicio sin sobrepasar la capacidad de producción.
La infraestructura se articula con las redes de distribución ya existentes en el municipio, que suman 549.816 metros lineales, optimizando la conducción del recurso hacia los hogares. El sistema es abastecido por la Quebrada Honda o Filadelfia, ubicada en el sector Barro Blanco, con un caudal concesionado de 153,75 litros por segundo, lo que garantiza sostenibilidad y funcionamiento adecuado.
El proyecto se financió en un 79% con recursos del Departamento de Cundinamarca y en un 21% con aportes del Municipio de Fusagasugá.
Durante el proceso de instalación se efectuaron pruebas de estanquidad y asentamiento que confirmaron la calidad técnica del proyecto: el tanque no presentó fugas ni deformaciones, y los asentamientos del terreno fueron mínimos. Estos resultados ratifican que la infraestructura cumple con los más altos estándares de ingeniería, consolidándose como una de las obras más relevantes para el desarrollo urbano y la mejora del servicio público de agua potable en Fusagasugá.
Con este nuevo tanque, el municipio no solo resolvió una limitación estructural en su sistema de acueducto, sino que además fortalece su seguridad hídrica, garantizando una prestación más eficiente, equitativa y sostenible que responde